Era mejor antes de... (Verano de 1985) (14.07.2010)

espana.jpgEn hommage à la Roja, championne du monde 2010, je commence par publier ma note mensuelle en espagnol.

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Junio ya es sólo una memoria lejana. Abordemos pues las orillas cinematográficas que se nos ofrecían en julio-agosto de 1985:

En cuanto la selección es hecha, con el fin de guardar la mejor para el fin, nos encontramos delante de una ola estival de subproductos que comienza por dar a este panorama la apariencia de triste catálogo de mediocridades. Al haber encontrado entre tanto antiguas realizaciones de escenógrafos el éxito, las producciones que plagian sin vergüenza éxitos anteriores, séquitos a la utilidad discutible, las películas de serie de las que se débarasse esperando la reapertura en este período, nada es ahorrado al espectador.

lamourpropre.jpgQué venga de Francia, de Inglaterra o de los Estados Unidos, el género cómico no ofrece a priori nada notable, a juzgar por esta serie de títulos : El factor de Saint-Tropez (de Richard Balducci, con Paul Préboist), El amor limpio (la primera película de Martin Veyron), Los endebles del espacio (de Mike Hodges), Los ceros de conducto (de Neal Israel), Policía Academy 2: manos a la obra (de Jerry Paris), De Porky contraataca (de James Komack), Una defensa canon (de Willard Huyck con Dudley Moore y Eddie Murphy). Suponemos sin embargo menos insignificantes Cómo abofetear un millón de dólares al día de Walter Hill (con Richard Pryor) y los dos primeros largometrajes de Robert Zemeckis que saca provecho del éxito reciente y público de sonido A la persecución del diamante verde (Crazy day, 1978, crónico alrededor de Beatlemania en 64 a USA y El chanchullo grueso, 1980, sátira de América profunda con Kurt Russell).

En la película de acción, la hora está en el cassage de boca de los Colores amarillo (Nombre de código: Gansos salvajes, italo-alemán del Oeste de Antonio Margheriti, con Lee Van Cleef, Klaus Kinski y Ernesto Borgnine; Gymkata, de Robert Clouse, en el cual un estadounidense bueno gana una persecución organizada en un pequeño reino de Asia) y a la denuncia de los Rojos (Gulag de Roger Young, que el héroe es un periodista deportivo, una vez más americano, que se evade de un campo soviético). Con Amazonia, la selva blanca, italiano Ruggero Deodato, el realizador de Cannibal Holocaust, nos alumbra (?) sobre el tráfico de droga en Amazonia, con La fuga imposible, Stephen Gyllenhaal inventa la vuelta entre mujeres bien antes de Thelma y Luisa, con Maratón killer, Robert L. Rosen propone un enésimo survival, hasta con Los ángeles tiran a la derecha, E.B. Clucher les da una continuación (fechada de 1974) a Los Ángeles comen también a pelotas, con Prisión de mujeres en furia, Michele Massimo Tarantini propone una nueva variación en él bajo género prisión de mujeres.

legend.jpgAl rayo SF y el horror, no somos loteados mejor con 2072, los mercenarios del futuro (de Lucio Fulci), Diesel (de Robert Kramer, en el cual Gérard Klein, Agnès Soral, Richard Bohringer y Niels Arestrup juegan a Mad Max), Horror (de Philippe Mora, con Christopher Lee), Los frenéticos (de David Winters, crímenes al Festival de Cannes, vistos bajo el ángulo paródico, diez años antes de Los Nulos) y el Viernes, 13 - Capítulo 5 (de Danny Steinmann, donde se da cuenta que el " capítulo final " sacado algunos meses antes no era pues el último). En este desierto, parecen existir sólo cuatro oasises eventuales. Dreamscape, de José Ruben, muestra a un hombre, Dennis Quaid, que se pelea en los sueños de otros. Runaway, el evadido del futuro, de Michael Crichton, cuenta el combate llevado por Territorio de ultramar Selleck contra los robots. Por su parte, Ridley Scott, saliente de Alien y de Blade runner, proponía su fábula médiévalisante y maravillosa Legend. ¿ Detrás del trabajo visual pasmoso, perfora algo consistente? A decir verdad, mi memoria me traiciona... Por fin, Starman, con su trama ET-esque de la criatura venida por otra parte, no parece verdaderamente estar considerado como Juan Carpenter superior sino merece sin duda el rodeo.

En este verano de 85, las novelas de serie también, eran legión, la mayoría de las veces volviendo a cerner el tema de la venganza personal. Alain Delon estaba de vuelta en expolicía vuelto justiciero (Palabra de poli de José Pinheiro), después del prommesses de Tiro agrupado, Jean-Claude Missiaen continuaba decepcionando con su nueva novela a habitante de las afueras El baston, Michel Gérard se ponía en el cine "seriedad" realizando Herida, película negra situada en el medio del rock e interpretada y coescribir por Florencio Pagny (!) Mientras que Michel Vianney firmaba Especial policía. Acostumbrado por el género, Chuck Norris y Burt Reynolds ocupaban siempre el espacio, con, respectivamente, Tiempo de perros para un poli de Andy Davis y Bastón, el justiciero de Míami de Reynolds mismo. También mencionemos Un verano podrido de Phillip Borsos, novela periodística con Kurt Russell. En cuanto a la película de kung fu, anotamos, además de las producciones corrientes (Los fanáticos del kung fu y La rabia budista del kung fu de Godfrey Ho, Shaolin contra manchuriano de Marlon Lee, Shaolin, templo de la tradición de Kwok Siu Ho), algunas hibridaciones transcontinentales entre Asia y América (El último dragón de Michael Schultz, La vuelta de Chino de James Glickenhaus, con Jackie Chan que se asocia con Danny Aiello y va de NY a HK).

rougemidi.jpgEn pasos más auteuristes, las propuestas de Dominique Crevecœur (la película-sueño Cuentos clandestinos), de Lazlo Szabo (deshilvanado David, Thomás y otros, producción franco-húngara con Trintignant, Rochefort y Cottençon) y de Joy Fleury (Tristeza y belleza, según Yasunari Kawabata, con Carlota Rampling y Andrzej Zulawski) apenas hicieron época, sino Pierre Jolivet seducía con su primera película, Estrictamente personal, novela soñadora con Pierre Arditti, Alain Tanner perseguía su trayecto singular con No man's land (algunos personajes, de una y otra parte de la frontera franco-suiza, exponen su deseo de vivir otra vida) y Robert Guédiguian ya daba prueba de una bella ambición, contando 50 años de la vida de un barrio marsellés en Mediodía Rojo (con, por supuesto, Gérard Meylan y Ariane Ascaride). No obstante, el proyecto más intrigante tiene que buscar del lado de los Estados Unidos: en Strangers kiss, Matthew Chapman imagina lo que habría podido pasar en el momento del rodaje del Beso del asesino (Killer's kiss, 1955), el segundo largometraje de Stanley Kubrick, los intérpretes que vivirían en la realidad, poco o mucho, a los mismos arriesgas que en la ficción.

stopmakingsense.jpgPara muchos, el acontecimiento del verano fue la salida de Pala arrugar de Clint Eastwood. Este western a la vez clásico y suelto, mítico y realista, reconozco haberlo apreciado a cada visión pero "jamás "totalmente". El carácter no cronológico de mi descubrimiento de la obra eastwoodienne está allí sin duda para algo pero siempre preferí a este título(acción) Josey Wales o Despiadado. La película-faro verdadera de julio-agosto de 85 sería entonces la Sangre para sangre de Joel Coen (apenas como mencionábamos en la época el nombre de su hermano-guionista Ethan). El juicio ligeramente me parece sin embargo torcido: el amor que se le puede llevarle dependiendo a mi juicio muchos más de lo que conoce de la continuación que de la realidad de la película misma, ejercicio hábil de estilo que anuncia vértigos más pronunciados. Para mí, pues, la obra maestra está en otro lugar. En el compartimiento "Documental". No se trata por cierto de Carné, el hombre a la cámara, homenaje plano-plano al realizador de Día se levanta por Christian-Jacque, ni de Pumping Iron 2, la encuesta de Jorge Butler sobre el culturismo femenino, pero de Stop making sense, infranqueable cumbre de la película-concierto. Detrás de la cámara: Jonathan Demme (el que la primera película, Cinco mujeres que hay que matar, dispone en serie B cormanienne de 1974 salía en el mismo momento). Delantera: David Byrne y su Talking Heads. Escenografía, sonido, luces, montaje: Todo concurre a hacer esta prestación, dada especialmente para la película y que guarda sin embargo toda la frescura y la intensidad de un live "clásico", el modelo del género. El genio del grupo y el amor del realizador para la música terminan de devolver el resultado milagroso.

Acabemos nuestro sobrevuelo de modo más anecdótico observando que al lado de El noches calientes de Cléopâtre (de Cesar Todd) y entre las películas X distribuidos entonces pero que rechazamos égrenner los títulos se encuentran no menos de seis realizaciones de José Benazeraf (Olinka, grande prêtresse del amor, El yate del partouzes, Perversa Isabelle, Orgías revolucionarias, El culo de los mil placeres y Lady Winter, perversidades al Inglés).

jeunecinema168.jpgEn los quioscos, excepto Positivo (293-294) y La Revista del Cine (407) que ponen la misma película en cobertura (El bosque de esmeralda de Juan Boorman, salido en junio), las revistas dan prueba de diversidad. La elección se llevará pues a Nostalghia d' Andreï Tarkovski (sacado en mayo) para Cine 85 (319-320), sobre Los niños de Margarita Duras (salido en mayo) para los Cuadernos del Cine (374), sobre el tercer postigo de Mad Max (a venir en septiembre) para Starfix (28), sobre el Adiós Bonaparte de Youssef Chahine (sacado en mayo) para Joven Cine (168), sobre Starman para La Pantalla Fantástica (58). Del lado de Cinematógrafo (112), proponemos un expediente sobre el cine beur (con Abdellatif Kechiche, entonces actor, en cobertura) y en Premiere, celebramos el centésimo número.

He aquí para el verano de 1985. La continuación a la reapertura...

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